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Tienes un proyecto, una película, un libro o un documental y te dispones a buscar dinero pero todas las puertas estan cerradas. La crisis ha secado las fuentes de financiación habituales, en el ayuntamiento te dicen que ese programa de ayudas está cancelado y a las televisiones les gusta mucho tu proyecto pero no les interesa si no tienes un patrocinador. Las subvenciones se han reducido a la mitad y las marcas no gastan el dinero en directores desconocidos. ¿De dónde sacas el dinero?

Recibo una nota de los organizadores del Cryptshow Festival (uno de los eventos a favor del cine de terror y fantástico que más y mejor están madurando en estos años), de la que aprovecho para hacerme eco:

MESA REDONDA: “El crowdfunding, ¿una alternativa?”

Día: miércoles, 11 de julio (19h) Lugar: Can Frai, Sant Pere 11, Badalona

Cryptshow Festival y la web de cine fantástico Judex os invita a la mesa redonda:

“El Crowdfunding, ¿una alternativa?”

¿Hay alternativas? Pues parece que sí. Desde hace un tiempo se ha puesto de moda un sistema de financiación basado en el micromecenazgo, o el mecenazgo colectivo, que muchos conocen como crowdfunding. El funcionamiento es muy simple: consiste en pedir a tu público potencial que pague por hacer realidad tu proyecto. Normalmente se hace a través de la red, mediante páginas web dedicadas. Las aportaciones son pequeñas pero numerosas y es fácil recaudar pequeñas cantidades. A cambio, los mecenas pueden convertirse en productores (aunque en España es muy difícil), recibir regalos exclusivos o simplemente sentirse parte de un proyecto más grande que les interesa por un motivo u otro.

Parece que el crowdfunding ha llegado para quedarse, lo que apenas hace un año era una anécdota con un nombre difícil de recordar se está convirtiendo en una opción real para financiar pequeños proyectos (cortos, festivales, eventos, documentales, libros y hasta investigaciones) aunque todavía es muy pronto para saber si se convertirá́ en una herramienta viable y, sobre todo, si es una moda o perdurará en el tiempo.

Ponentes:

Enric Senabre Hidalgo
Forma parte del equipo dinamizador de Goteo.org, plataforma de financiación colectiva para el desarrollo de iniciativas creativas abiertas, donde es el responsable de comunicación con proyectos, coordinador de contenidos y social media. También es colaborador docente de los estudios de Multimedia de la Universitat Oberta de Catalunya y vicepresidente del Observatorio para la CiberSociedad.

“Desde Goteo partimos de la hipótesis que la financiación colectiva es una oportunidad para promover y proteger los beneficios colectivos o procomún, uniendo al crowdfunding la posibilidad de lograr otro tipo de apoyos no monetarios (colaboraciones, herramientas, materiales) y generar al mismo tiempo comunidad en torno a los proyectos. Si Internet es la herramienta para liberar el conocimiento, el paradigma de lo abierto puede ser algo que nos permita mejorar como sociedad.”

José́ Miguel Rodríguez González
Licenciado en Historia e Historia del Arte, fundador y codirector del “Festival Internacional de Cinema de Tarragona REC” (2001-2006). Actualmente ejerce como productor ejecutivo en Tyrannosaurus Entertainment y project manager en Tyrannosaurus Books, labor que compagina con la dirección de Kifund, de la que es socio fundador.

Kifund es la primera plataforma de crowdfunding de habla hispana especializada en proyectos audiovisuales. En activo desde octubre de 2011, Kifund se distingue por su firme voluntad de contribuir a la difusión y la supervivencia de las propuestas más jóvenes, arriesgadas e innovadoras del panorama audiovisual. Aunque abierta a todo tipo de autores y proyectos, Kifund apuesta sobre todo por el cine “low cost” y los creadores emergentes.

Alfonso López Rueda
Joinmyproject es una nueva plataforma de Crowdfunding, que con tan solo dos meses en el mercado espera convertirse en referente para todas las personas y empresas con proyectos creativos, que quieren publicar un proyecto y conseguir la financiación necesaria para llevarlo a cabo. El principal target de la plataforma son los artistas, cineastas, músicos, diseñadores, escritores, ilustradores, científicos, ingenieros, programadores y la comunidad en general.

Nuestra visión es que sólo las personas, sus ideas, tu idea, pueden cambiar la situación actual. Por eso las ideas son importantes para todos, solo necesitamos contagiarnos de pasión e ilusión.”
Joinmyproject se define como una plataforma de Crowdfunding intuitiva, multilenguaje, con pasarela de pagos Paypal.

Detrás de esta empresa se encuentran sus fundadores Alfredo Fernández y Alfonso López, emprendedores que ya cuentan con experiencia en otras Startups de base tecnológica.

En esta mesa redonda intentaremos dar pistas y contestar algunos de estos interrogantes: ¿Para qué proyectos sirve el crowdfunding? ¿Es sólo para proyectos con poco presupuesto? ¿Sirve sólo para recaudar dinero entre amigos o conocidos o puede ir más allá́? ¿Por qué algunos proyectos triunfan y otros no? ¿Hay estrategias para conseguirlo?

Ahora que el cine se ha quedado sin subvenciones, ¿puede ser una alternativa a la financiación tradicional? ¿Qué cambios legales pueden hacerse para que lo sea?

MESA REDONDA: “El crowdfunding, ¿una alternativa?”
Día: Miércoles, 11 de julio (19h) Lugar: Can Frai, Sant Pere 11, Badalona
Se ruega confirmar asistencia a premsa@cryptshow.com

Os recordamos que el Festival Cryptshow tendrá lugar los próximos días 11, 12, 13, 14 y 15 de Julio en El Círcol, Badalona.
www.cryptshow.com

Hasta aquí su nota de prensa. Ahora, unos comentarios míos.

Según la Historia oficial, la primera película que utilizó el sistema de crowdfunding fue el cortometraje de ciencia ficción francés Demain la veille, de Julien Lecat y Sylvain Pioutaz. Lecat era el responsable de la creación de los websites oficiales de cineastas de la penúltima ola del cine fantástico francés como Jean Pierre Jeunet (Delicatessen, Amelie), Marc Caro (Delicatessen, Dante 01) o Jan Kounen (Doberman,Blueberry), y aprovechó sus conocimientos sobre el medio internauta para elaborar un sitio a través del cual promover un proyecto junto a Pioutaz y sus productores, Pommmeraud Benjamin y Guillaume Colboc, y darle la opción a los visitantes de realizar donaciones. Se dice que hasta 180 personas anónimas participaron realizando aportaciones hasta un total de 60.000 euros, cantidad que alcanzaron en apenas tres semanas, y que fue con eso con lo que hicieron su película.

En España está habiendo un caso muy sonado, el de la película El Cosmonauta, que está filmando Nicolás Alcalá (ya están en edición, más bien), y además ha sido pionera en experimentar algo que poco a poco se está convirtiendo en tendencia: las personas que contribuyen no dan dinero “por nada” o simplemente por propiciar que se lleve a cabo el proyecto, sino que al realizar su aportación, incluso la más pequeña (que en este caso es de 2 euros, si no me equivoco), adquieren una serie de cosas y derechos, participan en definitiva de la experiencia de hacer una película. Pueden acceder al rodaje, seguirlo día a día vía streaming, tienen acceso a fiestas, participan en sorteos de material utilizado en el rodaje (como el traje del cosmonauta), etc. El director utiliza un blog con el que mantiene la comunicación con sus colaboradores (y con los no colaboradores), y en el que va dando información sobre el estado de la película, que se está demorando un poco. Además, se presume de que todo el software utilizado para la producción y postproducción de la película es de licencia Creative Commons, gratuita. Como la película es de ciencia ficción, esperamos poder verla pronto y comentar el qué además del cómo.

Muy reciente están todavía los ecos de Iron Sky, la comedia de ciencia ficción sobre cómo los nazis no desaparecieron tras perder la Segunda Guerra Mundial, sino que se escondieron en la cara oculta de la luna, y ahora vienen desde el espacio exterior para invadir la Tierra y establecer el IV reich… Como este film europeo de Timo Vuorensola y  Samuli Torssonen (los creadores de Star Wreck, esa popular parodia de Stark Trek) se ha llegado a estrenar ¡en cines españoles! tan solo hace dos meses, no necesito decir más puesto que es posible que el lector la haya visto. Se trata también de otra película cuya financiación ha sido realizada mediante crowdfunding, y hasta el momento es posiblemente su mayor caso de éxito por la difusión que ha tenido.

Hay otras iniciativas similares fuera del género de ficción fantástica, para que hno parezca que esto es algo que solo nos interesa a los aficionados a la ciencia ficción. Tal es el caso, justo lo contrario de la fantasía, del documental 1980 que trata (o tratará, cuando se termine) sobre la banda terrorista ETA y su campaña especialmente sangrienta del año que le da título. Y nombres consagrados como Joaquin Phenix, Kevin Smith o David Lynch (quién ya ha usado este método para filmar algún trabajo experimental/documental) han manifestado su interés en el sistema.

Personalmente me parece una salida con muchas posibilidades. Es muy probable que como todo en esta sociedad en un primer arrebato sea acogido con demasiado júbilo y se forme una “burbuja”. Demasiadas plataformas webs dedicadas a esto, demasiados proyectos, y el peligro de que la gente se sature y nadie ponga ni un duro para ninguna idea. Pero finalmente todo acabará cuadrando y puede ser la única posibilidad viable para un cine verdaderamente independiente. Un cine que a) obtendría así su financiación, b) nacería ya con un público explícitamente interesado (como mínimo, todas esas personas que lo han apoyado con su contribución) y c) nacería con un cierto certificado crítico de que su contenido funciona, el propio público haría las veces de filtro entre las buenas y las malas ideas, ahorrándonos mucha morralla que los productores tan a menudo malinterpretan que queremos.

Quiero recordar casos como el del díptico La herencia Valdemar y La sombra prohibida de José Luis Alemán, un par de largometrajes admirablemente rodados en España sin subvención alguna, aunque eso sí, con los 13 millones de euros totales de su coste financiados íntegramente por su director, guionista y productor, el nombrado Alemán, que se buscó la vida rascando aquí y allá, pidiendo créditos hasta obtenerlos. El crowdfunding no solo podría haber sido una manera excelente de obtener parte de ese dinero, sino que además podría haber hecho su trabajo de filtro y decirle a su autor: no hagas esta película. Nos habríamos ahorrado la decepción de no poder disfrutar con un par de filmes que habríamos querido adorar por su temática (y por Paul Naschy, y por tantos otros motivos…), pero que resultaron ser… prácticamente infumables.

Ideas. El cine independiente tiene que ser barato, porque el crowdfunding nunca va a dar para el presupuesto de Los vengadores. Debe ser barato, y por lo tanto debe ser ingenioso, incisivo, ambas cosas o “simplemente” partir de una buena idea y un mejor guión.

Y quién sabe, tal vez estemos ante la puerta que pueda conducir a otro mundo. Uno sin intermediarios, en el que el público financia las películas y los cineastas las distribuyen por Internet. ¿Pueden imaginarlo? Yo sí.

 

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