Acudimos a ver Escuadrón suicida (Suicide Squad) sin una idea exacta de qué vamos a ver: declaraciones de David Ayer parecen confirmar que el montaje que se estrena en cines no es el que a él le hubiera gustado, y todo parece indicar que en breve dispondremos de un director’s cut, más largo y más acorde con el autor, de la misma manera que ha pasado con Batman v. Superman: Dawn of Justice. ¿Y si esta no es la película definitiva, para qué vamos a verla? ¿Por qué no esperar a que salga la versión “buena”? Luego tenemos a Jared Leto, el último actor en interpretar al Joker, cogiéndose un enfado monumental por las críticas que está recibiendo la película, y sobre todo su papel, y enemistándose innecesariamente por Internet con los fans de Heath Ledger. Luego tenemos a medio mundo diciendo que la película se sostiene gracias al magnetismo de Margot Robbie, la gran reforzada de toda esta aventura; y a otros preguntando que si el personaje de Will Smith es así ya en el cómic, o lo ha “willsmitherizado” él como suele. Warner parece que mantiene como principal objetivo de sus últimas películas sobre superhéroes de la editorial DC la preparación del contexto que lleve a la tan esperada película de la Liga de la Justicia, pero por este camino, y deberían empezar a tener mucho cuidado con esto, no parecen estar generando el boca-oreja deseable. ¿Qué es Escuadrón Suicida, finalmente?
Para empezar, es la parte jocosa y ligera de este universo DC fílmico. Si Batman v. Superman ya dividió a los fans, aun cuando se trata de un film de no pocos valores, Escuadrón Suicida es en muchos aspectos igual de insatisfactoria, desde luego mil veces más trivial, y también más divertida. Tradicionalmente los cómics americanos se imprimen (o se imprimían) mediante un proceso de combinación de cuatro colores, que da a las viñetas de los comic books un aspecto muy particular. David Ayer y su director de fotografía habitual Roman Vasyanov han conseguido capturar esa gama de colores tirando a neón, lo cual junto a su ritmo vertiginoso y su brillante banda sonora, hace que Escuadrón Suicida sea la experiencia cinematográfica más cómic desde el Hulk de Ang Lee o el Speed Racer de los Wackowski. Esto, no nos engañemos, juega en contra de la película a nivel popular, en un público para el que ha calado desde hace algún tiempo la tendencia hacia el realismo de la magistral trilogía de Batman de Christopher Nolan. Aquí –por fin – es una película de superhéroes que no se toma demasiado en serio, y, digámoslo con ironía, últimamente gustan los superhéroes cuanto más lloran y están torturados.
Esa falta de pretensiones de profundidad tan gratificante llega incluso a la presentación de los personajes. Cuando otras películas de superhéroes deciden aburrir minuciosamente al espectador con las historias del origen de sus personajes, en Escuadrón Suicida solamente Harley Quinn (Margot Robbie) y Deadshot (Will Smith) obtienen esa clase de presentación. El resto consiguen poca atención, lo cual está bien, porque bien mirado, todos los personajes son caricaturescos y buscarles un background es arriesgarse a encontrar el ridículo. ¿Capitán Boomerang? ¿Killer Croc?
Todo es liviano, e incluso tontaina, y entonces estos particulares Doce del patíbulo comienzan las escenas atronadoras de acción. A semejante espectáculo le faltaba solo un villano, y como (no lo olvidemos) los personajes “buenos” son de hecho todos “los malos”, Ayer ha echado mano de las fuentes del cómic y ha escogido a Encantadora, que en la implementación de la película recuerda a Sigourney Weaver haciendo de Gozer en Los Cazafantasmas, y un ejército de monstruos que parecen hechos modelando caca de oveja. Todo muy delirante.
¿Tal vez es tan intrascendental pero excitante como Deadpool? Bueno, puede que vaya en gustos, pero Escuadrón Suicida es mucho más caótica y termina por quedar menos definida. Y ahí es donde vuelve a entrar en acción el primer comentario de mi texto (y la pregunta, de nuevo pertinente de para qué perdemos tiempo con esta copia intermedia), y es esperable que en el montaje del director se resuelvan algunos de los problemas de esta versión y nos encontremos con una película de acción fresca y colorista.
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