45 edición del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, SITGES 2012. Resumen

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Como es de sobra conocido, el pasado domingo 14 de octubre finalizó con sus tradicionales maratones la edición de este año del Festival de Sitges. Revista Fantastique cada año te ofrece un resumen exhaustivo de más de 60 páginas que publicamos en formato PDF, pero siendo un trabajo tan arduo y detallista nos lleva su tiempo, por lo que hemos decidido ofrecerte un aperitivo, otro resumen más esbozado y sencillo pero ágil y actual. Ni que decir tiene que esto no significa que este año no se publique el resumen PDF extenso, puesto que en realidad es el resumen que nos gusta. Pero hemos pensado que seguramente te estés preguntando cómo ya ido Sitges, o qué opinión tenemos desde esta web, y que te lo estarás preguntando ahora, con el festival caliente. Para ti, por lo tanto, es este artículo.

Así pues, este es el RESUMEN BREVE:

Impresiones generales

Muy buen año, con una buena cosecha de títulos que configuran una temporada magnifica, y que despertaron entusiasmo en los espectadores en numerosas ocasiones. El cine de terror que tanto nos gusta, por ejemplo, en esta edición ha gozado de una salud espléndida, y hemos tenido la suerte de que en Sitges no ha habido demasiadas ausencias (esos títulos que uno piensa que el Festival debería poner y que por una razón u otra no pone). Tan solo me viene a la mente “You’re the Next”, la película de Adam Wingard que arrasó en el Fantastic Fest 2011 y que se le escapa a Sitges por segundo año consecutivo. O “The Human Centipede 2: The Full Sequence”, sobre la cual no conocemos ni que se haya hecho intento siquiera de ponerla, a pesar de que Sitges programó “The Human Centipede: First Sequence” en la edición de 2010. Pero salvo esas, poco más de relevancia se escapó, en el año en el que el Festival bate su propio record demencial de películas proyectadas: ¡¡¡más de 250 películas!!!

Con tantas películas, es lógico que hayan abundado los pases únicos y los horarios intempestivos, que lamentablemente condenaron a unas cuantas películas excelentes a no alcanzar toda la difusión que se merecen. Si la “experiencia Sitges” cada año ya es diferente para una persona que para otra en función del “itinerario” de películas que haya elegido ver, este año ha sido más imprescindible que nunca un trabajo anterior en casa para procurar racionalizar los esfuerzos apuntando a lo que realmente le interesa a uno.

La ganadora

Triunfo incuestionable de Holy Motors, la nueva película del siempre irreverente y estrambótico Leos Carax, que no solo gana Mejor película, sino que arrampla también con Mejor director, premio José Luis Guarnier de la crítica y Melies de plata. El film llegó a Sitges tras poner patas arriba el Festival de Cannes, lo cual ya debería darnos un par de ideas claras: a) que no es un film fantástico tanto como una película de autor (lo digo por lo de ir a Cannes), y b) que se trata de una de esas películas que odias o amas. En Sitges la reacción fue justamente esa, estado de shock, muchos defensores que dicen que es lo mejor de lo mejor, y otros muchos que dicen que es un pestiñazo. Lo cierto es que es una película difícil y un tanto abstracta, experimental, cuyo propósito queda escondido (o no existe) y que tiene mucha de la grosería y genialidad esperable en su autor. No es, desde luego, un ganador que disgustase tanto como Red State, pero es otro de esos ganadores que te hacen cuestionarte si esto vale para algo. Carax, que rechazó el enviar un video de agradecimiento tras ganar, hasta en eso siguió su línea: un tipo que masca chicle en las entrevistas, que no contesta preguntas si no le gustan y que asegura que no hace películas para el público, sino solo para enseñárselas a un selecto grupo de gente. No sé si en ese grupo nos incluye, o si ahora mismo debe de estar riéndose de nosotros por este premio…

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Sin embargo, la película que a mi juicio debería haber ganado, no tuvo ni la más mínima oportunidad de hacerlo porque ni siquiera concursaba. The Cabin in the Woods fue presentada en la sección no competitiva Oficial Fantastic Galas. The Cabin in the Woods, como en cierto modo hizo Scream en su época, desenmascara los mecanismos, materiales y trampas típicas del cine de terror contemporáneo, sin por ello renunciar a usarlos: es decir, sin renunciar a ser ella misma un film de terror contemporáneo. Pero tiene una dimensión de la que Scream carecía, implicando en la trama a unos demiurgos del género en lo que la película comienza a emparentarse con En la boca del miedo de Carpenter. Por enfocar más: reconozcamos que en su capa más superficial la película es una fiesta maravillosa para un fan del cine de terror; pero además, intelectualmente es mucho más potente, porque está diciendo algo. ¿Y qué está diciendo? El guionista de The Cabin in the Woods es John Whedon, hoy otra vez en la cima gracias al éxito de la película de Los Vengadores pero para siempre recordado como el creador de la serie Buffy Cazavampiros, estuvo metido de lleno hace unos años en una guerra abierta contra ciertas tendencias del cine de terror de hoy, y en concreto tuvo un buen agarrón con Eli Roth, autor de las dos primeras películas de Hostel. En aquella guerra mis simpatías estuvieron del lado de Roth, ya que la postura de Whedon me pareció muy moralista. Ahora no puedo evitar relacionar una cosa con la otra. The Cabin in the Wood es una película que va en contra de cierto tipo de películas de terror, y lo hace tratando de remover la conciencia del espectador. Nosotros somos ese dios primordial sediento de sangre, los que piden esas muertes, los destinatarios complacidos de esa crueldad. Y hay unos tipos, los técnicos, como Eli Roth, que se dedican a servirnos esa carnaza con cinismo, sin moral alguna. Y como en aquella polémica, claro está, tampoco ahora estoy del lado de Whedon. Es más, su acusación es falaz y su moralismo podría molestarme. Pero el caso es que no me molesta. Desde el mismo momento en que The Cabin in the Woodsdecide mimetizarse con aquello que critica, en el momento en que su película es una fenomenal película del estilo de las que él aborrece… en ese momento pierde el control de su creación y ésta pasa a ser nuestra. Me quedo con su habilidad metalingüística, con su rabiosa originalidad, sus personajes simpáticos, sus monstruos variados y maravillosos… Me quedo con que, aunque le pese (o no) a su guionista estrella, la película es una gozada, una pasada, que por descontado no ha removido mi conciencia ni me ha hecho cambiar de parecer frente a nada. Gracias por este tesoro, Mr. Whedon. Sé que Vd. no, pero hay gente como yo que prefiere una de terror, incluso un slasher o un torture-porn, a una de superhéroes.

Según las últimas noticias que hemos recibido The Cabin in the Woods en España ni siquiera se va a estrenar en cines, saldrá directa a DVD.

Lovely Molly es la nueva película de Eduardo Sánchez, uno de los dos co-directores de El proyecto de la Bruja de Blair. En solitario siempre me ha parecido un director interesante, aunque sus películas fueran pequeñas, series B con imperfecciones, como Alterado o Seventh Moon. Pues bien, Lovely Molly es de las mejores películas de terror del año, y por lo tanto su mejor película. Con una atmósfera excelente y un ritmo pausado y opresivo, muy adecuado para el paisaje psicólogico, la película trenza con intencionada ambigüedad una historia de casa encantada y posesión diabólica con el retrato de una psicología enferma en progresiva destrucción. Lo peor del caso, es que Lovely Molly fue proyectada dos veces en Sitges, y en ambas ocasiones la tocó ser vista a las 3:00 de la madrugada, empaquetada en sesiones dobles, triples o maratones cansadas que impidieron que mucho posible público aguantase a verla.

Otra película de terror que se ha visto poco, y que comparte con Lovely Molly la ambientación oscura y desasosegante, es The Last Will and Testament of Rosalind Leigh, un punto de vista bastante innovador sobre las casas encantadas, una película muy física de pura tensión orgánica, que explota el mal rollo que dan las casas de los ancianos que lo tienen todo lleno de imágenes religiosas. Con esos elementos, el estado de ánimo cada vez más intranquilo del protagonista se contagia al espectador. Eso sí, un espectador que tiene que tener paciencia y estar abierto a experiencias nuevas.

Igual que Ahí va el diablo, la película mexicana que ha rodado el hispanoargentino (normalmente afincado en Argentina) Adrián García Bogliano. Otro que ha presentado en esta edición su mejor película hasta la fecha, si bien ha elegido para ella una muy adecuada estética tosca y fea, con unos zooms premeditados muy de los 70, que podría malinterpretarse como un paso atrás tras el sobresaliente nivel técnico que alcanzó en su anterior película, Sudor frío. Ahí va el diablo es una historia de posesiones y lugares de poder maléfico sin concesiones, que bebe tanto de la tradición de cine fantástico mexicano (un aspecto que el director ha destacado en las entrevistas) como de las propias referencias personales que suele manejar García Bogliano. La película llegaba a Sitges tras ganar en el Fantastic Fest de Austin este año, y pudimos comprobar porqué.

Y no abandonamos el terror para hablar de V/H/S, esperadísimo film colectivo formado por varias historias independientes dirigidas cada una por un director distinto, que tienen todas en común el formato found footage o “metraje encontrado”, ya saben: ese falso documental en el que la cámara la lleva uno de los personajes, y lo vemos todo en primera persona, tipo Proyecto de la Bruja Blair o Paranormal Activity. La ventaja de conjugar este formato con el formato de película de episodios es que el efecto “aburrimiento” tan típico del found footage (la mayor parte del metraje “no pasa nada”) nos lo ahorramos, las historias son más concretas, y en apenas 10-15 minutos ha tenido que pasar algo. Es más, de hecho hay varios momentos en V/H/S que dan bastante miedo. Como las historias son independientes, las hay mejores y peores, pero en general el nivel es bueno. Sobre todo notable en Amateur Night, el episodio que dirige David Bruckner (uno de los tres directores que hicieron aquella otra estupenda película colectiva, The Signal, ¿se acuerdan?), el impactante The Sick Thing that Happened to Emily When She Was Younger de Joe Swanberg, o “10/31/98”, el dirigido por un grupo que se hace llamar Radio Silence y que es bastante impresionante. Es que incluso el capítulo de Glenn McQuaid (I Sell the Dead), muy menor, resulta un homenaje originalísimo a las películas tipo Viernes 13….

En otro orden de cosas, la película de monstruos favorita de las vistas esta edición en el Festival es Grabbers, de Jon Wright, a la que le toca lidiar con la manía que tenemos de establecer comparaciones puñeteras y decir que es “el Attack the Block” de este año. Un pueblecito en una isla irlandesa tiene que hacer frente al ataque de unos pulposos monstruos gigantes (bueno, al principio son pequeños, pero crecen) que han caído del espacio al mar. Para liderar la resistencia, tenemos a una joven policía que ha venido desde la capital a la isla para hacer una suplencia, al veterano y simpático sheriff que abusa de la botella, y al borrachín del pueblo (en donde toda la vida gira en torno a la taberna). El tono de la película es divertido, muy inspirada en Gremlins, y las situaciones son frescas, originales, muy blancas (sin maldad). Una película muy disfrutable.

Otra vencedora, moral y real (Primer premio de la sección Panorama) fue Tower Block: un grupo de vecinos de un edificio de muchísimas plantas pero prácticamente vacío, se ven acosados por un francotirador que les mata de uno en uno en cuanto pasan por delante de una ventana o tratan de salir al exterior. Alguien dijo La horda, o The Raid, pero uno de sus dos co-directores, James Nunn (también implicado como productor en Cocknies vs. Zombies) al presentar la película mencionó Asalto a la comisaría del distrito 13, del maestro Carpenter, como inspiración. Si es así, desde luego han probado ser alumnos aventajados. Tower Block es trepidante (lo cual es único y asombroso por tratarse de una situación tan cerrada), excitante y engancha desde el primer minuto, manteniéndote con los ojos como platos todo el metraje.

The Seasoning House es la historia de una adolescente sordomuda secuestrada durante una de las guerras de los Balcanes y llevada a la fuerza a un burdel, para servir de distracción a los soldados serbios. Allí su vida no vale nada, y tendrá que adaptarse a sobrevivir y tratar de escapar. Con este material se podría haber hecho una película que diera muy mal rollo, pero Paul Hyett en su debut ha preferido hacer un film más emocionante que sórdido o deprimente, y por eso poco a poco la historia va derivando a un survival horror o incluso un thriller de persecuciones (todo el tramo final es una persecución), contundente, pletórico de energía y espléndidamente narrado. Otra pequeña joya de este año.

En Berberian Sound Studio un tímido técnico de sonido inglés es contratado por un oscuro director de películas de terror italiano para que sonorice su última creación, un film sobre brujería, tortura, asesinatos, satanismo y todo lo que nos gusta en una película. De hechoBerberian Sound Studio mola por eso, por la película que están sonorizando (que en realidad es la película que yo querría ver) y por cómo te muestran todo el proceso y los trucos, el making off del sonido de un film de los que llamamos italianadas. Además, la película de Peter Strickland cuenta con una atmósfera magnífica que mantiene sobre lo que vemos un velo de suspense y tensión, como si algo fuera mal y cupiese esperar algo terrible por avecinarse. Tan solo el final traiciona al conjunto, al optar por una solución metatextual en vez de argumental, y una deriva quizás muy fácil hacia lo raro por lo raro…

Pero si hasta ahora he resaltado sobre todo mucha película de no me cabe la menor duda de que se harán de culto, la que voy a describir ahora le podría gustar absolutamente a cualquiera, desde el gran público a los espectadores más frikis: se trata de la deliciosa y perversamente divertidísima Seven Psycopath, segundo largometraje del prometedor Martin McDonagh (Perdidos en Brujas), con un reparto de aúpa (Sam Rockwell, Harry Dean Stanton, Woody Harrelson, Colin Farrell, Christopher Walken, Tom Waits) y tal y como dice el título, la mayor concentración de pirados violentos y gente extrema vista en un guión de cine reciente. Humor negro, ritmo, frescura, originalidad y pocas concesiones son las armas de la que será, con toda seguridad, una de las mejores películas del año.

También asistimos al regreso de Kim Ki-duk desde las cenizas de su ya superada crisis existencial (que reflejó en ese interesantísimo documento que es Arirang), y que tras dejar igualmente atrás su olvidable Amen parece estar buscándose a sí mismo, a mi juicio con éxito, en su pasado más lejano: en sus primeras películas. Pieta es como aquellas, con personajes al margen del mundo, casi autistas, extremos, de existencias sórdidas, tipos como el de Bad Guy (2001). ¿Significa esto que Ki-duk ya ha abandonado el aburrido estilo de alambicada evocación poética que le estaba volviendo tan decadente de El arco en adelante (aunque Dream precisamente estuvo bastante bien)?

Y hablando de coreanos, ¡vaya producción la de este año! De todas las películas coreanas vistas en Sitges, y creo que han sido más de siete, el nivel medio que se puede sacar es como mínimo notable. Ahí está, en cabeza, Nameless Gangster, protagonizada por Choi Min-sik (Oldboy, I Saw the Devil, etc), uno de los actores que más molan del mundo, y Ha Jung-woo (The Chaser, The Yellow Sea), otro que tal. Capaz de mirar a la cara al mejor De Palma o Scorsese, cuenta el ascenso de un delincuente muy peculiar…

Respecto a Safety Not Guaranteed, es una deliciosa comedia de ciencia ficción en la que un periodista y sus dos jóvenes becarios inician una investigación sobre un anuncio aparecido en prensa. En este anuncio, un tipo que dice que sabe viajar en el tiempo y que lo hace asiduamente, busca compañero para ayudarle en su próximo viaje… Lo que al principio es un artículo de corte humorístico-sangrante sobre un presunto friki acaba convirtiéndose en un viaje hacia la madurez para todos ellos. Dirigida el debutante Colin Trevorrow, la película destila buen rollo por los cuatro costados y da auténtico subidón entre tanta muerte.

Palmarés de la 45 edición del Festival de Sitges
El jurado de la Sección Oficial Fantàstic Competición de la 45ª edición del Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, formado por Judith Colell, Denise Crosby, Lamberto Bava, Nacho Cerdà y William Lustig, ha decidido otorgar los siguientes premios:

A la mejor película fantástica a competición:
Holy Motors, de Léos Carax

Premio especial del jurado:
Chained, de Jennifer Lynch

A la mejor dirección – patrocinado por Gas Natural Fenosa:
Holy Motors, de Léos Carax

A la mejor interpretación femenina – patrocinado por Mercedes Benz-Automóviles Fernández:
Sightseers, a Alice Lowe

A la mejor interpretación masculina – patrocinado por Mercedes Benz-Automóviles Fernández:
Chained, a Vincent D’Onofrio

Al mejor guión:
Sightseers, de Amy Jump, Alice Lowe y Steve Oram

A los mejores efectos especiales:
The Viral Factor, de Yee Kwok-leung, Garrett Lam, Ho Kwan-yeung

A la mejor fotografía:
Headshot, de Chankit Chamnivikaipong

El Gran Premio del Público – El Periódico de Catalunya de la Sección Oficial Fantàstic de la 45ª edición del Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, efectuado por votación del público, ha sido para:
Robot & Frank, de Jake Schreier

El jurado de la Crítica de la 45ª edición del Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, formado por Eulàlia Iglesias, Beatriz Martínez y Juan Manuel Freire, ha decidido otorgar los siguientes premios:

Premio José Luis Guarner:
Holy Motors, de Léos Carax

Mención especial del jurado de la Crítica:
Berberian Sound Studio, de Peter Strickland

Premio Citizen Kane al mejor director novel:
Antiviral, de Brandon Cronenberg

El jurado de la Sección Noves Visions de la 45ª edición del Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, formado por Julian Richards, Jaume Ripoll y Carlos Vermut, ha decidido otorgar los siguientes premios:

Premio Noves Visions:
Rebelle, de Kim Nguyen

Premio “No-Ficción”:
Me @ the Zoo, de Chris Moukarbel, Valerie Veatch

Premio Pequeño Formato:
Crazy & Thief, de Cory McAbee

El jurado de la Sección Casa Asia – Anima’t de la 45ª edición del Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, formado por Frédéric Ambroisine, Ricardo Reparaz y Eduard Terrades, ha decidido otorgar los siguientes premios:

A la mejor película de la Sección Casa Àsia:
Dragon (Wu Xia), de Peter Ho-sun Chan

A la mejor película de animación:
Okami kodomo no ame to yuki (Wolf Children), de Mamoru Hosoda

Al mejor cortometraje de animación:
Fuga, de Juan Antonio Espigares

El jurado Méliès d’Argent de la 45ª edición del Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, formado por Blai Morell, Garrick Dion y Shelagh Rowan-Legg, ha decidido otorgar los siguientes premios:

Al largometraje de la Sección Oficial Europeo Fantàstic a Competición:
Holy Motors, de Léos Carax

Al cortometraje de la Sección Oficial Europeo Fantàstic a Competición:
Eat, de Moritz Krämer

Al largometraje de la Sección Oficial Fantàstic Panorama a Competición:
Tower Block, de James Nunn, Ronnie Thompson

Al cortometraje de la Sección Oficial Fantàstic a Competición – patrocinado por Fotogramas:
Elefante, de Pablo Larcuen

El jurado de la Sección Brigadoon de la 45ª edición del Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, formado por Denise Castro, Celia Novis y Sergi Vizcaíno, ha decidido otorgar el premio Brigadoon – Paul Naschy:

Al mejor cortometraje Brigadoon:
Zona de caza, de Jordi O. Romero

Mención especial al cortometraje La Cruz, dirigido por Alberto Evangelio, por su capacidad para llevar el terror doméstico al límite.

El jurado Carnet Jove de la 45ª edición del Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, formado por Sandra Astor (presidenta), Meritxell Meya, Jaime A. Herrera, Joan Ruiz y Hèctor Prats, ha decidido otorgar los siguientes premios:

Premio Jurado Carnet Jove a la mejor película oficial Fantàstic Competición Sitges 45:
Antiviral, de Brandon Cronenberg

Mejor película de la Sección Midnight X-Treme:
Stitches, de Conor McMahon

El jurado SGAE – Nova Autoria de la 45ª edición del Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, formado por Inés París, Sílvia Munt y Arnau Bataller, ha decidido otorgar los siguientes premios:

Mejor dirección:
Carles Harillo Magnet, por El mal menor, presentado por el CECC

Mejor guión:
Carles Harillo Magnet, por El mal menor, presentado por el CECC

Mejor música original:
Gonzalo Perales, compositor de la banda sonora de Big red sour apple, presentado por el ECIB

Menciones especiales a:
Stephan Hofmann, por El crimen desorganizado, presentado por la escuela Bande à Part
Javier Sanz y Gisela Remolins, por Desvísteme, presentado por la ESCAC
Fran Ramírez, por 1H92, presentado por la Universitat Rovira i Virgili