El escuadrón suicida (2021, Suicide Squad) de James Gunn

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Para los espectadores que estén familiarizados con el trabajo de James Gunn, como Slither, Super y, por supuesto, las dos películas de Guardianes de la Galaxia, es muy obvio que este proyecto le casaba como anillo al dedo, y que iba a adoptar plenamente estos personajes extravagantes e intrínsecamente malvados, al mismo tiempo que iba a empujar la clasificación R tan fuerte como pudiese. Gunn es “frikerío” en el buen sentido y diversión, y los espectadores nos lo hemos pasado en grande. No somos los únicos que se lo han pasado bien con esta película, ya que puede verse en la expresión de todos los actores.

Como es habitual en las películas de Gunn, la banda sonora es absolutamente increíble. Todas y cada una de las canciones están ahí por una razón y elevan ese momento concreto de la película a un nuevo nivel. La banda sonora en sí misma podría considerarse como su propio personaje en la película, o al menos, una parte de la historia.

Esta versión del Escuadrón Suicida es mucho más fiel a los cómics y funciona mucho mejor que la versión de 2016. Esa versión es inconexa, no tiene desarrollo de personajes y el humor rara vez cumple. Además, Will Smith lo fagocitaba todo, como suele siempre, por otro lado. Bendito sea que no esté en el reparto de esta segunda oportunidad, a pesar de que es un actor que me ha gustado mucho cuando ha dado con películas que podía llevarse enteras a su terreno.

Aunque James Gunn tiene ciertamente un sentido del humor oscuro, que los fans de él conocen, lo empaqueta todo en El Escuadrón Suicida de una manera que parece cumplir siempre, al menos en su mayor parte.

Incluso los personajes que mueren pronto parecen tener su momento. El Blackguard de Pete Davidson bromeando con explosivos, el Savant de Michael Rooker matando a un pájaro con una pelota de balonmano y el Javelin de Flula Borg coqueteando con Harley Quinn son sólo algunos ejemplos. En cuanto a los personajes que permanecen más tiempo, se les da una historia de fondo que hace que los espectadores se identifiquen con ellos y los apoyen, a pesar del hecho de que son villanos.

Esta es fácilmente la mejor versión del DCEU de Harley Quinn (Margot Robbie) que los fans han recibido. Es claramente la Harley del cómic de Amanda Conner y Jimmy Palmiotti. Robbie ha nacido para interpretar a Harley, lo que ha demostrado en repetidas ocasiones al capturar perfectamente su actitud alocada y exagerada. Sin embargo, la escritura y la dirección de Gunn en el Escuadrón Suicida la llevan a un nivel completamente nuevo.

Su monólogo a Luna mientras él muere frente a ella muestra que es una mujer totalmente nueva e independiente después de su separación del Joker. Claro, él le hizo un número, pero ella no va a dejar que eso la derrumbe. Hará lo que crea que es lo correcto, incluso si implica un asesinato a sangre fría. Los espectadores pueden ver cómo se convierte en Harley en una escena de lucha épica en la que pájaros y flores de dibujos animados se unen a la sangre de sus víctimas. Está loca, pero también es un encanto.

Harley quiere que la gente se preocupe por ella más que nada en el mundo, y cuando se da cuenta de que el equipo iba a entrar y salvarla, incluso se ofrece a volver a entrar y dejar que lo hagan. Esta es la Harley que los fans conocen y aman, así que muchas gracias, James Gunn, por dárnosla.

La dinámica entre Peacemaker (John Cena) y Bloodsport (Idris Elba) es una de las relaciones más destacadas de El Escuadrón Suicida. Estos dos intentan constantemente superar al otro, lo que da lugar a muchos momentos divertidos. Por ejemplo, en su incursión por la selva, cada muerte es más brutal que la anterior. Luego, todo confluye en una hilarante constatación de que estaban matando al grupo rebelde que estaba allí para ayudarles.

Bloodsport forma parte de otra relación conmovedora en la película, la que se establece entre él y Cazadora de Ratas (Daniela Melchior). Incluso participa en la misión para ayudar a su hija, y Cazadora de Ratas sólo está allí por su relación con su difunto padre. Cuando ella cuenta su historia de fondo, se muestra como un reflejo en la ventana del autobús, sólo uno de los muchos y sorprendentes planos cinematográficos que Gunn regala a los espectadores.

Hay que dejarle a James Gunn que coja a uno de los personajes más terroríficos y extraños de los cómics de DC y lo convierta en un villano. Sí, estamos hablando de Starro el Conquistador. Aunque no aparece mucho tiempo en la película, la estrella de mar gigante da miedo y corazón en la pantalla. Sus últimas palabras son que era feliz flotando en el espacio y mirando las estrellas. El público probablemente nunca pensó que se sentiría mal por esta criatura, pero James Gunn se asegura de que todos lo hagamos, al menos un poco.

El Escuadrón Suicida está clasificada como R por violencia, lenguaje y desnudos – y ciertamente merece esa clasificación. Está llena de sangre, gore, palabras malsonantes y, sí, desnudos frontales. Pero gracias a personajes como Ratcatcher 2 y Bloodsport, ésta también tiene mucho corazón. ¿Quién iba a pensar que habría momentos en los que se derraman lágrimas durante una película de cómics sobre supervillanos que luchan contra una estrella de mar gigante?