Jeepers Creepers: El renacer (Jeepers Creepers: Reborn, 2022, de Timo Vuorensola)

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Jeepers Creepers: Reborn tenía el colosal desafío de reiniciar una franquicia un tanto controvertida. Por un lado, Reborn tuvo que alejarse lo más posible del creador de Jeepers Creeper , Victor Salva, su historial de pedofilia y los incómodos matices sexuales del Creeper, que en las primeras entregas pasaron (eran otros tiempos, aunque haga tan poco de ello), pero que ya en la tercera generaron su ruido en las redes sociales. Al mismo tiempo, Reborn tenía que complacer a los fanáticos de la franquicia después del fiasco de Jeepers Creepers 3, que además de las tonterías típicas de Twitter y demás mierdas, la verdad es que no gustó a nadie en sí misma. Como era de esperar, este ethos paradójico se interpone en el camino de Reborn. Es casi imposible deconstruir una franquicia sin dejar de ser fiel a sus elementos centrales. Sorprendentemente, ese es el menor de los problemas de Jeepers Creepers: Reborn, ya que el pretendido reinicio polite de la franquicia falla espectacularmente en ser aburrida y tonta.

Después de todas las promesas del director Timo Vuorensola de que el nuevo Creeper barrería a Salva debajo de la alfombra y le daría una nueva vida a la franquicia, Jeepers Creepers: Reborn comienza con una recreación de la trama de la primera película. No solo eso, sino que pronto nos enteramos de que la trilogía de Salva existe como películas en la línea de tiempo de Reborn, que es el ejemplo perfecto de cómo el reinicio suave intenta convertirse en pastel a la vez que se come a sí mismo. Sí, una cosa muy rara, pero podría haber funcionado. Al transformar la trilogía de Salva en solo una obra ficticia, Reborn puede pretender reinventar el Creeper y su mitología. Al mismo tiempo, rinde homenaje al trabajo de Salva y promete a los fans que la nueva película no tirará su Creeper. En otras palabras, no se separa lo suficiente de la trilogía original para traer de vuelta a los cines a las personas que boicotean a Salva. Sin embargo, no se conecta lo suficiente con eventos anteriores para complacer a los fanáticos. Entonces, ¿para quién se desarrolló Jeepers Creepers: Reborn? Aparentemente, para los aspirantes a cineastas, como una advertencia, de cómo pueden llegar a estropearse las cosas.

Comencemos con lo obvio. Jeepers Creepers: Reborn tiene una pinta muy fea. Y no fea en el sentido de que es espantosa y perversa, cualidades que realmente pueden elevar una película de terror. La primera película de Salva sigue siendo una película de terror entretenida, a pesar de todo, debido a su inteligente uso de efectos prácticos para representar al Creeper y sus muertes gore. La criatura de Reborn todavía intenta usar solo efectos prácticos, pero el presupuesto de era tan obviamente bajo que el nuevo Creeper parece torpe en lugar de aterrador. Lo peor es que la nueva película utiliza pantallas verdes para reproducir casi cualquier escenario, incluso simples noches oscuras. El resultado es un fondo digital poco profundo que se parece más a un proyecto universitario que a un estreno cinematográfico real.

No deberíamos juzgar una película solo por su apariencia, y si Jeepers Creepers: Reborn tuviera un guion aceptable, incluso podríamos perdonar todo el extraño CGI. Después de todo, el deber principal de cualquier película es contar una historia. Desafortunadamente, el guion de Reborn se hunde a nuevas profundidades, tanto que incluso Jeepers Creepers 3 parece tener algo interesante que decir en comparación. Lleno de eventos aleatorios que impulsan la trama, cambia la confrontación directa por un juego cliché del gato y el ratón dentro de una casa abandonada. Y privado de la violencia que lo ayudó a hacerse famoso, Creeper se convierte en un hombre de aspecto extraño que acecha en las sombras, no tan amenazador, no tan divertido y extremadamente vergonzoso. Donde el Creeper en películas anteriores era una fuerza a tener en cuenta, dejando un rastro de destrucción a su paso, aquí se enzarza en peleas a puñetazos y necesita la ayuda de otros humanos para conseguir algo de comida.

Llamar a los personajes de Jeepers Creepers: Reborn unidimensionales les daría más crédito de lo que valen. Estamos lidiando con personas de cartón que son tan increíblemente estúpidas que es sorprendente que algunas de ellas puedan sobrevivir tanto tiempo. Por otra parte, el Creeper tampoco es mucho más listo, porque si bien sabemos que al Creeper le gusta jugar con su presa para oler su miedo y elegir qué parte del cuerpo comer, nada justifica que un monstruo inmortal detenga la caza para poner música en un gramófono, ni uno, ni dos, sino tres veces.

No es de extrañar que la película sea tan aburrida, ya que carece tanto de ideas originales como de la capacidad de copiar lo que funcionó antes. Todo en Jeepers Creepers: Reborn provoca vergüenza hasta el punto de que incluso llegar a los créditos se convierte en una tarea ardua. Y el hecho de que la película se tome a sí misma en serio solo hace que todo sea más doloroso. Ninguna de las personas involucradas en el reinicio parece haberse dado cuenta de cómo se supone que la película reactivará la franquicia, pero termina hundiéndola más que nunca. Incluso con 87 minutos de duración, se hace larga. Para colmo de males, el final parece apoyar la promesa de explicar lo que aquí ha quedado “abierto” en la secuela. Así es, Jeepers Creepers: Reborn fue planeado ambiciosamente como el primer capítulo de una nueva trilogía. Alguien olvidó decirle al equipo que, para que exista una secuela, el primer capítulo debe ser entretenido.