Read Time:3 Minute, 3 Second

Realmente, Las Brujas de Zugarramurdi constituye el retorno de Álex de la Iglesia al principio de su filmografía, a aquellas películas de humor negro y corte fantástico que supusieron un soplo de aire fresco en la gris cartelera de los cines, por parte de las películas españolas, naturalmente, puesto que en los cines teníamos joyas como “Pesadilla Antes de Navidad”, “La Lista de Schlinder”, “Atrapado en el Tiempo”, “El Piano”, etc.

Pero fue De la Iglesia con sus “Acción Mutante” y “El Día de la Bestia” quien nos demostró que el cine español podía hacer mucho, más allá de un Carlos Saura, un Vicente Aranda o un José Luis Garcí, que no es que hiciesen malas peliculas, pero el cine irreverente, sarcástico y definitivamente divertido que ya demostró el director vasco en su cortometraje “Mirindas Asesinas”, fueron como digo, una bocanada de frescura que animó a los espectadores a volver a los cines aunque en el cartel figurasen nombres españoles y logotipos del Ministerio de Cultura.

Desde aquellas películas, a las que también podríamos añadir “La Comunidad” o “Muertos de Risa”, Álex de la Iglesia se fue distanciando un poco de esa genialidad, sin dejar de hacer grandes obras como “Perdita Durango” o “800 Balas”. Sin embargo, sus últimos filmes, “Los Crímenes de Oxford” y “La Chispa de la Vida”, poco tenían que ver con aquellos dos primeros y alabados trabajos.

Y mira por dónde, hace “Las Brujas de Zugarramurdi” y vuelve el terror irónico, y la sangre corre por la pantalla y lo imposible se hace realidad. Tanto Carmen Maura como Terele Pávez, Carolina Bang e incluso Macarena Gómez llegando al final, son unas brujas muy aceptables tanto estéticamente como a nivel interpretativo, y lo más sorprendente es que Álex de la Iglesia consigue algo que parecía imposible: hacer que a Mario Casas se le entienda cuando habla.

Los dos atracadores interpretados por Hugo Silva, como el Jesucristo plateado, y Mario Casas como el soldado enverdecido, acompañados de Jaime Ordóñez, Secun de la Rosa, Enrique Villén, María Barranco y un genial Javier Botet (la famosa niña de Medeiros de “REC”), absolutamente todos forman parte de un reparto muy acertado, y no sobra ninguno. Ni siquiera el monstruajo final que aparece no digo dónde ni por qué, pero que también cumple su papel adecuadamente.

Los efectos especiales cantan a veces demasiado, pero como la diversión es tanta, no le concedes mayor importancia, ya que el humor negro te absorbe por todas partes, sin faltar sus lugares comunes, como una azotea o un lugar elevado en el que transcurre una secuencia clave de la película, o ese apoteósico aquelarre final que comienza con una simple cena con manos y cabezas humanas como plato principal, y termina con una fiesta llena de brujas sedientas de sacrificios.
Hasta el niño hace un muy buen papel, con momentos que le han debido costar bastante a Gabriel Delgado, el joven actor, dada su corta edad.

El humor negro con toques gore siempre se agradece por parte de quien esto escribe, y en las películas de Álex siempre está presente, aunque es más atractivo cuando se rodea de un argumento fantástico, antes que con una comedia, un drama o un western, como ha sucedido en otros de sus films. Por eso me veo en la tesitura de asegurar que Álex aún no ha perdido su “chispa de la vida”, que aún le quedan cosas por decir y que espero con ansia que algún día se haga realidad ese proyecto sobre el personaje de Fumanchú que lleva décadas dando vueltas en su cabeza. La pelota está en su tejado, y seguro que manchada con sangre.

Happy
Happy
0 %
Sad
Sad
0 %
Excited
Excited
0 %
Sleepy
Sleepy
0 %
Angry
Angry
0 %
Surprise
Surprise
0 %

Average Rating

5 Star
0%
4 Star
0%
3 Star
0%
2 Star
0%
1 Star
0%

Deja un comentario