Eerie (2018), de Mikhail Red

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Con ganas de descubrir algo realmente emocionante en el género de terror, recientemente probé la película filipina de terror Eerie en Netflix. La película de 100 minutos habla de una niña llamada Erica, que se suicidó en la Academia de Santa Lucía para Niñas. Un suicidio que conduce a más muertes y la consejero escolar de la escuela, Pat Consolion, está tratando de resolver el misterio contactando con el espíritu de Erica. Cuando ella profundiza, una verdad terrible e inquietante espera ser revelada. ¿Pero a qué precio?

El guión de Mikhail Red, Rai Red y Maria Rodica pone a prueba tu paciencia durante mucho tiempo. Si bien se centra en la acumulación, hay muy pocos momentos de miedo para satisfacer un ansia de emociones fuertes. Sin embargo, dejarse llevar por la ambientación, la atmósfera oscura y ese tonillo de sincero cuento de fantasmas, más las excelentes actuaciones sirven, para hacerlo llevadero de alguna manera. De hecho, si puedes sobrevivir los primeros 60–75 minutos de la película, lo que sucederá después y el clímax te garantizo que harán que la espera valga la pena. Siempre que hayas controlado tus expectativas al respecto, claro.

No esperes que la película te deje con miedo al final. Solo espera una buena película de terror con un clímax que te sorprenda. La película se titula Eerie por una razón y te sorprenderá.

Pat Consolion como Beat Alonzo ha hecho un buen trabajo y te quedas con tu personaje con su actuación. Charo Santos-Concio como Madre Alice es muy buena. Gillian Vicenko como Erika da miedo. El equipo técnico también ha hecho bien su parte. La dirección de Mikhail Red es buena, aunque no podría ser mejor. La cinematografía de Mayko David y la partitura BG de Mayka Magsaysay son los factores más fuertes.

En general, Eerie es observable durante sus últimos 20-30 minutos. Pruébalo si ya has visto todo lo bueno en Netflix.